Minivacas ecológicas

Las vacas eructan aproximadamente cada 40 segundos. Los eructos y la flatulencia de las vacas generan por animal y por día aproximadamente 230 m3 de metano. El metano realiza una contribución potencial al calentamiento global 23 veces mayor que el dióxido de carbono.
Por lo expuesto organismos internacionales solicitan a los países una drástica disminución de cabezas de ganado bovino y algunas organizaciones proponen un impuesto ecológico a la ganadería.

La problemática planteada originó dos respuestas para disminuir la producción de metano. Una de ellas es la “carne biotecnológica” realizada en biorreactores, (ver el post respectivo en el Foro de Biotecnologías y Tecnologías de Convergencia”, la otra: las minivacas
Existen 26 razas de minivacas cuya altura es en promedio 80 cm. Una minivaca genera el 10% del metano producido por una vaca grande. A pesar de que su peso es de aprox. 270 Kg. brinda un 60% de carne útil, significativamente mayor comparado con el 48% de una vaca normal de 450 Kg.
En un terreno de 5 hectáreas, en el que se crían 2 vacas, se pueden criar 10 minivacas. Cada hectárea tiene un rendimiento mayor por Kg. de carne. Al aumentar el rendimiento por superficie se necesita menos terreno para producir la misma cantidad de carne. Esto hace que el avance de la ganadería no lleve necesariamente a una mayor deforestación.
El gusto de la carne está relacionado con la longitud de los músculos. Cuanto más cortos, más rica es la carne. Causa por la cual la carne de la minivaca resulta más sabrosa.
En países como los EEUU hay un creciente entusiasmo por la cría de minivacas.
En el cuidado ambiental las minivacas ocupan una posición intermedia entre la vaca y la carne biotecnológica (sin vacas y sin campos, obtenida por cultivo celular masivo).
Un tema a tener en consideración en aquellos países como el nuestro en los cuales la cantidad de ganado bovino supera los 47 millones de cabezas.